De regreso...

Amigos, el pasado 18 de Julio, junto con mi escudero de siempre Gustavo López, tuve el honor de presentar “GOTAS DE ANÍS” en el 30º Festival de la Guitarra de Córdoba, España. El concierto, tercero de los cuatro que conformaron el ciclo “Pasaporte Flamenco”, se realizó en la maravillosa “Sala Orive”, una capilla construida en 1560 como parte del Palacio de los Villalones, conocido también como Palacio de Orive. Restaurada tras un largo abandono y ahora techada con acrílico transparente, esta capilla renacentista sirve como sala de conciertos y exposiciones. De hecho en el festival 2009 tocaron allí máximas figuras mundiales de la guitarra clásica, como David Russell, Manuel Barrueco y Ricardo Gallén.

La experiencia de tocar en Córdoba es algo muy fuerte y con Gustavo salimos bien parados. Tuvimos un excelente marco de público, la crítica en el diario “EL DÍA” fue muy positiva y la pueden encontrar más abajo en este blog para que puedan leerla. Aprovecho de explicar a quienes no lo han entendido que cuando el crítico dice que Gustavo López es un “acompañante discreto y eficaz”, esté utilizando la palabra “discreto” no para decir que es mediocre sino para decir que es un acompañante prudente y atinado que no busca sobresalir, como hacen tantos acompañantes. Por lo demás, habría sido un tremendo contrasentido escribir que su acompañamiento era mediocre, pero a la vez eficaz…

Por supuesto no faltó el que se dedicó a disparar basura desde detrás de los matorrales como hacen los cobardes anónimos. Yo parto siempre de la base de que lo que hago no puede gustarle a todos, pero si la crítica se me plantea con altura de miras, no dudo en invitar a quien la hace a un café para que conversemos, pero nunca lo haré con esos que en lugar de dedicarse a estudiar para ser mejores gastan su tiempo en ensuciar el trabajo de los demás, ofuscados desde su frustración y su vocación de ser nadie, pero esos seres patéticos abundan en esto y desde aquí le enviamos un abrazo lleno de comprensión, porque díganme ustedes qué nivel de lucidez puede tener una persona que al refutar la crítica publicada en el diario, habla del “escaso público” asistente en circunstancias que debajo del titular, la descripción dice claramente : “Fecha: Domingo 18 de Julio / Lugar: Sala Orive. Casi lleno.”
Incluso no me extrañaría que las opiniones de ese pajarito sean emitidas por encargo ya que parece manejar información a la que alguien que no me conoce no tiene por qué acceder y emite expresiones que sé de dónde pueden provenir, tengo sospechas de tres personas de nacionalidad chilena, una vive en Chile y dos en Europa que siempre están muy pendientes de lo que hago y lo que dejo de hacer y como hoy los mecanismos de Internet lo permiten, sé que son visitantes frecuentes de mi sitios en la red. Es una conducta curiosa, porque si tan malo es mi trabajo y tantos defectos tiene, deberían simplemente ignorarlo e ignorarme y preocuparse de lo que ellos consideran bueno para aprender y para crecer, digo yo ¿no? Pero como dice mi amigo Pablo San Nicasio, parece que los flamencos tenemos nuestros peores enemigos precisamente dentro del flamenco.

Lo cierto es que fueron días memorables de reencuentro con muchos grandes amigos, estuvimos con Manolo Sanlúcar, con Serranito, con José Antonio Rodríguez, con Estela Zatania, con Carlos Pacheco, chileno catedrático de guitarra flamenca en Conservatorio Superior de Música de Córdoba y muchos más y por supuesto también en el concierto de “Paco El Grande” en el “Teatro de la Axerquía”, donde esa noche también estaban entre el público Tomatito, Vicente Amigo y Leo Brouwer.

También tuve ocasión de viajar con Carlos Pacheco a Algodonales, en la provincia de Cádiz, a la guitarrería de Valeriano Bernal, uno de los grandes constructores de guitarras de España, donde probamos instrumentos de máxima jerarquía, realmente maravillosos. No, de los precios no hablo pero tienen una línea hiper económica (700 euros) y esas guitarras suenan mejor que la más cara de las de fábrica que llegan a Chile.

Por supuesto me habría gustado tocar allí con equipo completo, es decir además de Gustavo, con Arturo Osses (bajo) y Paco Aparicio (percusión), pero nos desquitaremos en lo que queda del año con algunos conciertos en Santiago y regiones en que sí estaremos los cuatro.

No hay palabras para agradecer a quienes hicieron posible esta presentación en Córdoba tanto desde España, Ana Linares, Estrella Sánchez y Ramón López, cabezas visibles del festival y del Gran Teatro, como desde aquí muchas personas que colaboraron inmensamente. En el Festival de la Guitarra de Córdoba, solo habían estado antes Quilapayún, Inti Illimani y Horacio Salinas : vayan para ellos mis respetos y admiración incondicional.

Ahora a seguir trabajando, transfiriendo a mis alumnos muchas cosas aprendidas de esta experiencia y tratando siempre de que nuestro público disfrute en nuestros conciertos y de ese modo vayamos ayudando a que la afición por la música flamenca siga creciendo en nuestro país.

Un gran abrazo a todos los seguidores y amigos de este blog,


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